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Tres estadounidenses, acusados de asesinar a José Couso
Un juez español acusó este viernes de 'asesinato' a los tres militares estadounidenses que en 2003 dispararon contra el hotel de la prensa en Bagdad, matando a José Couso, un cámara español de la cadena Telecinco, en una decisión simbólica, ya que es muy difícil que Estados Unidos entregue a sus soldados.
'Los hechos pueden ser constitutivos de un delito contra la comunidad internacional (...) y un delito de asesinato con alevosía', afirmó el juez Santiago Pedraz en un auto al que ha tenido acceso la AFP.
El juez de la Audiencia Nacional decidió así procesar por esos delitos al sargento Thomas Gibson, al capitán Philip Wolford y el teniente coronel Philip de Camp, responsables del tanque Abrams M1 que disparó contra el hotel Palestina, donde se encontraba Couso. Además de Couso, en el ataque al hotel Palestina el 8 de abril de 2003 murió otro cámara ucraniano de la agencia Reuters.
Frente a las alegaciones estadounidenses, el juez Pedraz considera que 'los imputados sabían y conocían que el Hotel Palestina (como la zona en que se encontraba) estaba ocupado por población civil, sin que conste acreditada la existencia de amenaza alguna (francotirador o disparo)' para los soldados estadounidenses.
El juez Pedraz estima que, en esa situación, el disparo del carro de combate estadounidense contra el Hotel Palestina 'se constituiría como 'ataque, represalia o acto o amenazas de violencia con la finalidad de aterrorizar' a los periodistas', recordando que ese mismo día también se produjeron ataques contra la televisión qatarí Al Yazira.
El magistrado, que en enero pasado reafirmó una orden de detención contra los tres encausados, ha enviado una comisión rogatoria a Estados Unidos para informar a sus autoridades de su decisión, aunque en la práctica es casi imposible que Washington acceda a entregar a sus militares para que sean juzgados.
Cuando emitió su primera orden de detención, en octubre de 2005, el magistrado había justificado la petición de detener a los tres militares para 'asegurar la presencia de los imputados en el proceso (...) a la vista de la nula cooperación judicial prestada por las autoridades estaodunidenses para el esclarecimiento de los hechos'.
Según la investigación del ejército estadounidense citada en 2004 por Reporteros Sin Fronteras (RSF), el ejército norteamericano considera que 'las fuerzas de la coalición no cometieron ninguna falta ni negligencia'.
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