lunes, 28 de enero de 2008

Justicia a la española


Por fin he vuelto. Tras una larga ausencia debido a problemas técnicos he regresado.

En estos días se han producido muchas noticias interesantes como la confirmación de la fecha de las elecciones, otra marcha más de los obispos solteros y sin hijos a favor de la " familia", alguna muerte sentida, etc.

Pero me voy a quedar con estas dos que reseño a continuación, por cercanía geográfica o ideológica. A saber:

La fiscalía pide un año de cárcel para un joven que izó una bandera republicana en un edificio público.
Habría incurrido en los delitos de injurias a España y desorden público.



Un conductor que atropelló y mató a un joven quiere que le paguen el arreglo de su coche.
Quiere que los padres costeen la reparación de los daños que sufrió su coche al arrollar la bicicleta del joven.


Yo sé que en este país la justicia (en minúscula, por favor) siempre ha sido arbitraria, y que el tema del atropello es un poco delicado para tratar a la ligera, pues se trata de la muerte de un joven de diecisiete años.
Pero no entiendo que izar una bandera en un edificio público, que no sea la reconocida por los actuales dueños del territorio español, se pueda merecer un año de cárcel y una multa de cuatro mil euros, por delitos de injurias a España y desorden público, mientras que atropellar a un joven de 17 años, con irregularidades manifiestas en el atestado del accidente y con los seguros conformes en el pago de las indemnizaciones, pueda malgastar el tiempo y el dinero que le cuesta al Estado los funcionarios de Justicia necesarios para un juicio, amén del delito moral que supone, transcurridos cuatro años, reclamar a los pobres padres un dinero por un coche cuando ellos perdieron a un hijo.

Señores de la (in)justicia española:

Yo, el firmante de este blog, he nacido en España, por lo que se me considera español, y para mi no supone ninguna injuria que un joven ondee un trozo de tela en un edificio público.

Sin embargo considero altamente injurioso al honor de la españolidad, ese Honor con mayúsculas que los Grandes de la Patria nos enseñaron con su ejemplo ( El Cid, Fernando el Católico y su esposa, Hernán Cortés y tantos otros), que un ciudadano español no sienta lástima ni compasión por la pérdida de una vida inocente, ni por el corazón de esa madre que ve truncada la vida de su hijo en la cuneta de una carretera y prefiera un placer terrenal como es su vehículo y los posibles inconvenientes sufridos.

O sea, que seguimos estando como siempre. Ya lo decía otro gran caballero español: "Spain is different!"


P.D. - Jaume, sigue adelante. Sabes que tienes razón. Salud y República.

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