viernes, 13 de abril de 2007

La proclamación de la República en 1931.


Este artículo que transcribo a continuación aparece en el boletín nº 15 de IU La Rioja de este mes de abril. Está escrito por un veterano militante del PCE llamado Fernando Marañón.


Dentro de unos días, el 14 de abril de 2007, se van a cumplir 76 años de la proclamación de la II República. Aquel lejano 14 de abril lo tengo presente en mi memoria. Yo no había cumplido 8 años y recuerdo con qué alegría recibió el pueblo aquel acontecer. Logroño era una fiesta. Logroño fue protagonista de ese cambio tan esperado para salir de aquel pozo negro de la monarquía.

La República supuso una liberación, España se liberaba de la tiranía de la nefasta monarquía de Alfonso XIII y de la dictadura de Primo de Rivera. España era un tercer mundo, el pueblo tenía muchas necesidades, el obrero ganaba jornales de hambre. En aquella época había mucho movimiento obrero, las huelgas eran frecuentes, el obrero luchaba por la subsistencia, para alimentar a sus hijos, entonces, por cierto, abundaban las familias numerosas. Todo ese movimiento molestaba a los señores de la burguesía que, desde el principio, se dedicaron a conspirar contra la República.

La República se encontró con una España vacía de contenido, las dificultades eran muchas, estaba todo por hacer, faltaban escuelas, había mucho paro: todo eran problemas y la República tenía muchos enemigos y muy poderosos: la burguesía caciquil, el Ejército, la Iglesia, etc. Todos ellos actuaron y pusieron todo su empeño en hacer que la República fracasara; la derecha de este país nunca se ha conformado con la derrota, es un mal secular, siempre ha estado en posesión del poder y quiere seguir en él a cualquier precio.

El año 1932 aquí, en La Rioja, vivimos un momento muy triste: los sucesos de Arnedo. El día 5 de enero (víspera de Reyes) los Reyes llegaron "vestidos de charol", con regalos de plomo, vinieron a "sofocar" una huelga pacífica y entraron a saco. Resultado: 11 muertos y más de 30 heridos, muchos de ellos graves.

"Los caballos negros son
Las herraduras son negras
sobre las capas relucen
manchas de tinta y de cera
tiene por eso no lloran
de plomo las calaveras"

Federico G. Lorca.


Ese mismo año, en agosto, el General Sanjurjo dio un golpe de estado que fracasó, fue condenado a muerte y la pena fue conmutada. Después, la República sufrió el bienio negro con Gil Robles y Lerroux. Los militares y muchos civiles, bajo el manto de la Santa Iglesia Católica, conspiraron desde el primer día hasta 1936, año en el que llegó el "Glorioso" golpe de estado y la Guerra Civil.

La República fue como un sueño y, a pesar de tantas dificultades, hizo muchas cosas. En el año 1931 había en España entre un 30 y un 40% de analfabetos, la mitad de la población infantil estaba sin escolarizar, faltaban escuelas y, en menos de tres años, se construyeron más de 13.500. En este tiempo, la República hizo más escuelas que la monarquía en treinta años.

El Ejército heredado por la República fue de escándalo. Estaba compuesto por 566 generales y 21.966 oficiales, para un Ejército de poco más de 100.000 hombres. De ahí vino la ley de Azaña: había que modernizar el Ejército y dio un plazo de treinta días para que gran parte de los generales y oficiales pasaran a la reserva, conservando su sueldo íntegro. Esto no sentó bien a los "africanistas" que se consideraban "salvadores de la Patria" y empezaron a conspirar para asesinar a la República. Desgraciadamente, se salieron con la suya: provocaciones, golpe de estado, guerra civil, cuarenta años de cruel dictadura y, como colofón, la "Santa Transición", que fue un punto y final para que los crímenes de Franco quedaran impunes.

Fue una traición en toda regla. Se creó un Régimen bipartidista: dos grandes partidos, uno de derechas representado por los franquistas que se disfrazaron de demócratas y el otro gran partido, el PSOE, auspiciado por la social-democracia alemana, con Willy Brandt al frente, y con el visto bueno de los Estados Unidos, quienes financiaron la Transición, con el objeto de anular al Partido Comunista, que salía de 40 años de lucha en la clandestinidad. Todo fue una maniobra vergonzosa. El PSOE que se llama socialista y no pasa de una social-democracia de centro, después de 40 años de vacaciones, fue puesto por la CIA para que representara a la izquierda. Así, junto con los franquistas, crearon los dos grandes partidos que habían de representar a la "democracia made in USA", adornada con la antidemocrática Ley D'Hondt.

La República fue, pero no la dejaron ser. Se habla de dos Españas. Hoy, en el siglo XXI, ahí siguen como en el pasado. Es un mal endémico, nos ha tocado a los españoles aguantar esta derecha cavernícola bajo el manto de la Santa Iglesia Católica.

Como digo antes, la Transición fue como un punto final...el olvido. Surgieron los arribistas, los aprovechados, los que pescan en río revuelto y, en cambio, los que dimos la cara, con muchos riesgos, durante todo el franquismo, estamos olvidados. Yo no lo veré, pero apuesto por la III República, es una asignatura pendiente. ¡VIVA LA REPÚBLICA!

1 comentario:

Anónimo dijo...

www.generacionxxi.com/dark_rub.htm la conjura de los necios