sábado, 17 de noviembre de 2007

A contraciclo.


Un 16 de noviembre hace 137 años, el parlamento español eligió rey a Amadeo de Saboya. Un rey progresista, católico y con licencia del Papa para compaginar la masonería con el catolicismo. En este país siempre hemos ido a pie cambiado con respecto a otros de nuestro entorno. Acontinuación pongo un artículo de Jorge Verstrynge sacado de su blog "ciudadano"

http://verstrynge.googlepages.com/transici%C3%B3notraici%C3%B3n

Si hubiese que resumir el drama histórico de España en una sola palabra (con todas las limitaciones científicas que este tipo de proceder tiene), ésta sería “contraciclo”. España perdió totalmente el tren de la Reforma Protestante, luego el del precapitalismo mercantilista, luego el de la Revolución Industrial (y ello hasta nada menos que 1914), luego el de la parlamentarización real de las monarquías absolutas […] España, además, perdió su Imperio cuando los demás países conquistaban el suyo. Tuvo la dictadura de 1923 cuando, después de la I G.M, prácticamente todas las autocracias europeas que aún existían antes de 1914 habían desaparecido. Luego, la reacción nacional-católica (que no fascismo, que a eso ni llegamos) ascendente y la cobardía de los “bien pensantes” acabó con la experiencia republicana del 31. La represión de ese primer intento de transición hacia la modernidad fue tan atroz que posibilitó que un dictador cuartelero de tres al cuarto se mantuviera en el poder cuarenta años y muriera en su cama tras un curriculum represivo que hace palidecer a muchos dictadores.

Sin embargo, el desarrollo económico de la época, uno más entre los diferentes milagros -alemán, francés, italiano, nipón- que caracterizaron los “30 gloriosos años” del crecimiento económico keynesiano, creó las condiciones objetivas para un cambio, que el sacrificio que la izquierda hizo de la mayoría de sus reivindicaciones posibilitó que fuera al menos hacia una monarquía parlamentaria. Obtuvo España partidos políticos y elecciones libres pero bajo control, con partidos eliminados de antemano, medios de comunicación sin plácet previo pero “económicamente seguros”, cierta capacidad de negociación frente al capital (hoy ya ninguna y sin la puesta fundamental en entredicho de sus consecuencias más negativas), ingreso en la Comunidad Europea pero con bases militares anglosajonas en nuestro país, y han tenido los españoles que integrarse en la OTAN mucho más allá de lo que lo han hecho varios países de Europa (por ejemplo, Francia, Austria, Irlanda, Suecia, Finlandia, etc.) Lo más grave es que, incluso en relación con esa transición de finales de los 70, con los años, España ha retrocedido: las rentas del capital crecen desde hace una década en forma desbocada mientras que las de los trabajadores no cesan de disminuir en términos reales; el Estado del Bienestar está puesto soterrada e insidiosamente en entredicho, ladrillo a ladrillo; el Gobierno juega cada vez a la solidaridad comunitaria europea; se apuesta, tanto peperos como socialistas, por una mundialización paleo-liberal sin más; aquí, nadie va a la cárcel por robar si la magnitud del robo es lo suficientemente alta y los apoyos gobierno- institucionales suficientes; en cuanto a los grandes grupos de poder económico profranquistas o franquistas aún siguen, básicamente en el machito (algún día, alguien tendría que investigar cómo este poder ha pasado de padres a hijos, sin que se produzca, en el fondo, ningún parpadeo serio), y eso sí, reforzados cada vez más por sus homólogos transnacionales.
...
Para seguir leyendo, pinche aquí.

No hay comentarios: