jueves, 31 de mayo de 2012

Insomnio.

Espero, ansioso, ver brillar la luz de la escalera a través del resquicio de la puerta. Sé que esta noche no se va a encender para mí, pero no por ello puedo dejar de esperar.

Acabo con toda la leche de la nevera ¡ Quién pudiera beberse un gin-tonic y acabar con las penas!

Me acuesto en la cama sin poder dormir, escucho la música de la noche, abro mi libreta y escribo. Escribo sin pensar. Sin pensar si es culpa mía o tuya. Sin querer pensar que esta va a ser la primera de muchas noches de soledad. Soledad que sólo me asusta cuando me acuesto. Y me acuesto sólo, sin saber si es culpa tuya o mía. Sólo y sin pensar.

http://youtu.be/zMvklq8lpsg

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