Llega un momento en el cual no te apetece
escuchar música, no sabes que decir, no tienes ganas de hacer nada y
vuelves la mirada hacia los cajones entreabiertos de tu vida pasada,
aunque esto acrecienta tu astenia... "Si yo hubiese hecho...Si hubiese dicho..."
Pero no es momento para ello. Es esta una época en la que tienes que
mirar hacia adelante, con la certeza de que aún la vida te depara cosas
peores. Esas cosas que son las únicas que te ayudan a reafirmarte, a
marcar tu territorio, esas cosas que hace que brote en ti el hombre
maduro que se supone que eres a tus cuarenta años.
Celebremos el fin de año y no la entrada del nuevo. Ya tendremos tiempo de arrepentirnos.
(Con lo que me gustan las frases subordinadas y, sin embargo, escribo mejor sin ellas)
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