viernes, 6 de enero de 2017

Navidad.

Navidad,
efímera como tus luces.
Como la vida de mis seres queridos.
Como mi vida.
Un paso que no llega
a centésimas de segundo en el tiempo universal (de existir).
Pero alegría.
Fingida por unos,
forzada por otros y
sólo real en los niños.
En niños que no malviven en la calle
o pasan el invierno
en una patera en el mediterráneo.
En niños habitantes de confortables camas
en confortables habitaciones,
con padres conformistas
en sociedades conformistas.
Navidad,
¿qué va a ser ahora de tus abetos?
¿Qué de tus adornos?
Volverán a su caja,
en el mejor de los casos.
O en la basura,
su lugar de origen.

Como muchas ilusiones.

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